Alfaguara, 1990. 242 páginas. Tit. or. The mezzanine. Trad. Miguel Martínez-Lage. Un hecho tan banal como la rotura de los cordones de los zapatos impulsan al protagonista a comprar unos nuevos en el descanso del almuerzo y, mientras sube por las escaleras mecánicas, irá reflexionando acerca de diferentes comportamientos cotidianos. Las elucubraciones sobre asuntos tan inanes como la apertura de los cartones de leche, los que limpian el pomo de las escaleras mecánicas o las diferentes clases de champú me han interesado cero. Se me ha hecho eterno porque he sido incapaz de encontrar nada no ya interesante, sino mínimamente legible. Usa y abusa del recurso de los pies de página interminables. Las 10 primeras veces que vi este recurso me hizo gracia, la número 40 me da urticaria. Sobre todo cuando el pie es sólo una digresión acerca de otro tema tan aburrido como aquel del que parte. La consideran un prodigio de humor e inteligencia y no sólo no he sonreído ni una sola vez sino que tampoco he encontrado nada mínimamente inteligente. Pero no me hagan caso, dos personas de solvencia contrastada me la recomendaron, así que puedo ser yo el que tiene las gafas empañadas y…