Ponent Mon, 2007. 136 páginas. Un cómic de memorias que te pone un nudo en la garganta. Mientras su marido está luchando en la segunda guerra mundial, Esther tiene que abandonar la casa de alquiler donde vive y hacer inventario de sus pertenencias por ser judía. Adelantándose a los acontecimientos consigue una identidad falsa y huye de la ciudad junto con su hija haciéndose pasar por una criada. Posiblemente salvó su vida, pero por el camino tuvo que sufrir hambre, penalidades y varias violaciones. Los dibujos al carboncillo de trazo aparentemente sencillo realzan la crudeza de la historia. Hace poco escuchaba en una conferencia que Voltaire tuvo una relación con su sobrina, y que cuando fueron detenidos al intentar escapar de la corte de Prusia, fue violada por los soldados. En este cómic y en El tesoro de Troya se ve que cuando las tropas rusas liberaban una ciudad corrían peligro todas las mujeres. Se lo comentaba a mi mujer y me preguntó ¿Pero qué os pasa a los hombres?. Sinceramente, no lo sé. Merece la pena leerlo. Aquí hay mucho escaneo de las imágenes, les servirá para hacerse una idea: Por nuestra cuenta – Miriam Katin , y aquí…