Confluencias, 2015. 118 páginas. Tit. or. Le cochon. Trad. José Miguel Parra. Ensayo de cuatro capítulos dedicado al cerdo, tantas veces vilipendiado y, sin embargo, uno de los animales más cercanos a nosotros. Sus aparentes costumbres poco higiénicas y su capacidad de comer todo tipo de desperdicios le han colocado un sambenito que ha provocado que muchas religiones lo consideren un animal impuro. La profesión de porquerizo, ya en la edad media, era considerada algo indigno y apropiado para los menos listos de la casa. En aquella época los cerdos corrían libremente por las ciudades, lo que provocaba no pocos conflictos. Sin embargo se han considerado siempre un símbolo de riqueza, hasta el punto que las huchas siguen teniendo forma de cerdito. Además son más parecidos al hombre de lo que pueda parecer (como decía ese juego de palabras corpus=porcus) y se utilizaron durante mucho tiempo para enseñar anatomía ante la dificultad de utilizar cadáveres humanos. No es casualidad que en muchos de los trasplantes actuales se utilicen órganos de cerdo. Muy ilustrativo. La revolución de la patata En Inglaterra, Escocia y después en Francia y Alemania el origen del renacimiento de la cría porcina está vinculada a la introducción…