Tenía ganas de ir a ver esta versión teatral de Plataforma de Houllebecq y si no es por mi mujer (gracias, amor) casi me la pierdo. Houllebecq es un autor polémico, aunque de él sólo he leído Las partículas elementales y no me pareció para tanto. No me desagradó pero tampoco me gustó lo suficiente como para seguir leyendo más del autor. De Calixto Bieito he visto algún montaje y me gustan sus excesos. Confieso no haber visto nunca a Echanove en un escenario; tenía ganas de ver si de verdad es tan buen actor como dicen. Como no había leído el libro asistí con la mente virgen; la mejor manera, supongo, de ver el espectáculo. En caso contrario te pasas la obra repasando el libro. Ignoro, por tanto, si la adaptación es fiel. Lo que puedo decir es que la historia funciona muy bien por su cuenta, que no se echa en falta anda y que los pocos personajes (siete) que están en el escenario tienen autonomía propia. El escenario es una plataforma giratoria con dos partes; una es una especie de salón con cuatro butacas y la otra es un piano de cola gigante que sirve de barra…