Alpha Decay, 2013. 710 páginas. Tit. Or. House of leaves. Trad. Javier Calvo. En su momento, cuando lo leí, tuvo su momento de gloria. Sus innovaciones de maquetación, que supongo que fueron una verdadera pesadilla para los editores, con páginas que se leen en diferentes sentidos, como una casa alocada, tenían su aquel. Pero no tiene mucho sentido la pirotecnia si no hay una buena historia que la sustente. Nos gusta ver los fuegos artificiales porque son entretenidos, pero no nos conmueven. Me pareció un libro bastante flojo y sin interés. Regulero. Y es cierto, ella me saca sus buenos seis años, pero ¿qué puedo decir? Estoy embelesado. Me encanta lo fascinada que sigue estando ella por ese festival de vida que lleva, tanto que ni se calla nada ni se avergüenza en lo más mínimo de quién es ni de su trabajo, y siempre le está hablando por los codos a mi jefe de su hijo de tres años, de su novio, de sus novios, de las pajas que hace para sacarse un dinerillo extra, de los once años que lleva sin beber, y sus palabras siempre dan esa sensación que uno tiene al despertarse del todo, todo en…