Planeta, 2002. 352 páginas. Con casi cien películas a sus espaldas, muchas de ellas de las más taquilleras en el momento de su exhibición y buena parte de ellas superando el millón de espectadores, no cabe duda de que Mariano Ozores es un director de importancia dentro del cine español. Exitos indiscutibles como ¡Cómo está el servicio!, Cristobal Colón de oficio descubridor o Los bingueros, que no sólo lo fueron en el cine, también en el mercado del videoclub y en la televisión. Su cine ¿Tiene calidad? Quizás no calidad artística. Él mismo lo dice, después de girar con su familia por los teatros de España tomó buena nota de qué era lo que hacía reír a la gente y lo aplicó a sus películas. Que están cortadas por fórmulas parecidas, un esbozo de trama con un enfrentamiento entre un débil y un poderoso y, como desvela en estas memorias, tres o cuatro efectos cómicos por página de guión. Llegó un momento en que su humor dejó de hacer gracia y los espectadores dejaron de acompañarle en el cine, pero no cabe duda que las generaciones de nuestros padres siguen disfrutando de su tipo de cine. Personalmente no son unas…