Ed. Sudamericana, 1991. 233 pág. Escribiendo con el cuerpo Las lecturas que uno elije están condicionadas por la información y la experiencia. Con el paso del tiempo se van acumulando ambas cosas, lo que permite que la elección de los libros que se leen sea bastante acertada. De vez en cuando hay que arriesgarse, y eso fue lo que hice cuando compré este libro de una autora y una editorial desconocidas para mí. El experimento merce la pena. Roberta y Agustín son dos escritores que viven -y escriben- en Nueva York. Se conocen e intiman; algo nada excepcional. Hasta que Agustín, sin saber por qué, asesina a una joven actriz a la que no conocía. Su relación entrará en una fase de extrañas depencias y miedos. El estilo de la escritora está llena de aristas, al igual que el argumento. La historia se hace pesada en ocasiones y uno no sabe a donde quiere dirigirnos la autora. El ambiente es muy de los setenta, aunque esté escrita en los noventa. Pese a todo, debo decir que he disfrutado de su lectura; rarito que es uno. Por expresarlo de alguna manera, me dicen más los errores de esta novela que los…