La Cúpula, 2011. 112 páginas. Tierna evocación de las amistades de la niñez y la infancia, a través de una cuadrilla de amigos que juegan en las ruinas de una fábrica. Está bien narrada, con una curiosa mezcla de fragmentos temporales y tiene cierto simbolismo. Con todo, es más simpática que redonda.
La Cúpula, 2015. 124 páginas. Tit. Or. The love bunglers. trad. Lorenzo Díaz. Una historia de amor con un final inesperado. Si tenemos que juzgar la calidad de una obra por el tiempo que se enrosca en la memoria no cabe duda de que es uno de los mejores cómics que he leído. De los que dan ganas de releerlo apenas llegas al final.
La Cúpula, 2004. Que la portada no les engañe. Parece un libro infantil con las alegres aventuras de un simpático monito y no es así. La mala lecha de Winshluss está presente y en forma. Ya comenté por aquí lo que me gustó su Pinocho y muchos de los aciertos de aquel están también aquí. Estamos en la prehistoria, el mono protagonista está casi casi a punto de convertirse en humano. Inteligencia tiene, aunque la fuerza de sus congéneres lo expulse del clan. Perseguido por un dientes de sable (que reaparecerá en el epílogo) irá corriendo diferentes aventuras hasta que encontrará lo que le permita volver triunfante a su tribu: el fuego. No esperen aquí fidelidad a la obra de Darwin, la imaginación de Winshluss va mucho más allá y se atreve incluso con una civilización de gambas. El humor a veces tira del viejo truco del coyote y el correcaminos y en general no tiene tanta profundidad como el Pinocho, pero tiene momentos muy buenos y el dibujo sigue siendo genial. Entretenido. Más reseñas aquí: Smart Monkey (La Cúpula, 2010) y SMART MONKEY . Calificación: Bueno.
La cúpula, 2013. 372 páginas. Frances es una niña con un padre un tanto tarambana que muere aparentemente en un accidente. Tendrá que irse a vivir con su tía Ada, que cuida a su abuelo, al que se le empieza a ir la cabeza. Poco a poco se nos irá contando la historia de la familia, la vida secreta de su tía que es lesbiana, como conoció su padre a su madre y por qué la abandonó cuando era pequeña. Con un dibujo a lápiz sencillo y cuidado que le va como un anillo al dedo a la historia, la autora sueca nos muestra un catálogo de emociones centrado en el punto de vista femenino, de ausencias y presencias y de la búsqueda de nuestro sitio en la vida. Tierna. Más reseñas aquí: ‘Frances’, de Joanna Hellgren, Frances, de Joanna Hellgren y Frances de Joanna Hellgren. Calificación: Bueno.
La Cúpula, 2007. 164 páginas. Tit. Or. The boulevard of broken dreams. Trad. Francisco Pérez Navarro. Se publicó originalmente en 1991, se reeditó en 2002 y lo publicó aquí La Cúpula en 2007 no a gusto del respetable porque se redujo el tamaño y hay un error de composición en dos páginas que están cambiadas de orden. Al mejor maestro se le escapa un borrón. Creo que el autor ya tenía un personaje, Waldo, un gato antropomorfo que bebe de las fuentes de Félix o Krazy Kat. Aquí se convierte en una especie de espíritu maligno que acompaña a toda una saga de ilustradores y animadores, desde el maestro Windsor Newton (inspirado en Windsor McCay) que mezclaba animación con espectáculos de vodevil, hasta la mercadotecnia actual de muñequitos, pasando por la creación de parques de atracciones y la transformación de los cortos del estudio en niñerías edulcoradas por culpa de la Disney. Y es que como se dice casi al empezar el libro: Habéis cogido mi arte y lo habéis transformado en mierda Alcohol, problemas de adicción, infidelidades, desgracias personales e infiernos varios, todos con la presencia fantasmal de ese Waldo que parece la esencia del mal, y que sólo…