Editorial Anagrama, 2007. 300 páginas. Revolución surreal Lo primero que me llamó la atención de este libro fue que estuviera incluído en la mítica contraseñas, colección de mi adolescencia, y que pensaba de capa caída. Después leí por ahí una crítica totalmente negativa que lo dejaba a la altura del barro y eso me acabó de decidir. Tenía que leerlo. Pànic Orfila no ha tenido una vida convencional. Huérfano de padres queda a cargo de su tía abuela Àngels, anciana anarquista y miembro del Insituto de Vandalismo Público -dedicado a robar cuanta señal municipal encuentre. Su nombre no es muy normal, sus lecturas son extravagantes, y su relación con la gente de su edad, problemática. Cuando se traslade a Barcelona a vivir a casa de otra de sus tías, Lola, su horizonte se ampliará de repente. Conocerá a los Vorticistas, un extraño grupo revolucionario que parece comprender sus ideas y se enamorará de Rebeca, encatadora aunque rica. El cóctel está servido. A medida que la iba leyendo pensaba pues no está tan mal, hasta que recordé que la mala crítica la leí en el Lector ileso que pone mal a todo el mundo. La novela es lo que es; iniciación…