Edicions 62, 2011. 318 páginas. Tit. or. Never let me go. Trad. Xavier Pàmies Giménez. Pensaba que no había leído nada de Ishiguro y me equivocaba, leí Los restos del día hace mucho tiempo, cuando vivía en la calle Avinyó. Kathy trabaja como cuidadora de unos particulares donantes, y recuerda sus años de escuela en Hailsham, donde junto con sus amigos Ruth y Tommy se criaban en un ambiente aislado del mundo, mientras potenciaban sus cualidades artísticas. Pero no todo eslo que parece en ese ambiente idílico. Dos cosas tiene este libro para empezar que no me gustan. Una, que la portada sean fotogramas de la película. Entiendo que se vende más y mejor, pero me revienta. Dos, que se utilicen elementos de ciencia ficción un poco sin conocimiento de causa. ¡OJO QUE VOY A DESTRIPAR ELEMENTOS DE LA TRAMA! (ALERTA SPOILER) No sé si la intención del autor es ocultar información casi hasta el final, pero yo desde las primeras páginas ya imaginaba que los protagonistas eran clones, que los criaban para donar órganos, y que les hacían realizar obras de arte para ganarse la opinión pública. Pero además todo es un poco incoherente. Se me hace difícil que…