Tránsito, 2020. 202 páginas. El asesinato de dos gemelos por parte de su madre lleva a la protagonista a reflexiones acerca de su reciente maternidad y a lanzarse a una investigación sobre el juicio con vistas a escribir un libro sobre el tema. Todo mal. El estilo planísimo, la trama prácticamente inexistente, hilazón de lugares comunes y reflexiones trilladas que se van amontonando sin rumbo ni dirección. nada que ver con el tratamiento de la maternidad que tenía Una herida llena de peces de esta misma editorial. El libro más flojo, con diferencia, que leo de Tránsito y, por supuesto, han hecho una película que se estrenará en algún momento (ha sido salir publicada la reseña y estrenarse la película Salve María, que tiene mejor pinta que el libro). Malísimo. Pero sí tuve, de la manera más inesperada, una revelación. Una revelación que habría de condicionar, si no mi vida (digámoslo así, por deferencia al hijo que estaba a punto de nacer), sí por lo menos los siguientes dos o tres años. No está clara la función de las contracciones de parto: hay quien dice maldición bíblica, hay quien dice dolor condicionado por sociedad misógina. Atendiendo a la escasa evidencia…