Siruela, 2009. 160 páginas. Trad. Ángel Crespo y María Luisa Balseiro. Incluye los siguientes cuentos: El tatuador Terror El ladrón Aguri El puente de los sueños El primero me ha parecido algo flojo. Pero el resto, muy bien. Terror tribulaciones de alguien con pánico a subir en un tren o cualquier medio de transporte algo rápido y sus problemas para realizar los actos más sencillos. El ladrón, donde las sospechas de los robos en un alojamiento de estudiantes recaen en el protagonista. Aguri hermosa dislocación de un inocente paseo de compras de una pareja, donde no sabemos donde acaba la realidad y empiezan las ensoñaciones y fantasía. Por último El puente de los sueños es una novela corta de aire alucinado acerca de la relación de un niño con sus dos madres (la auténtica y la madastra, muy parecida a la primera). Ambientes rozando siempre lo onírico, con cierto aire irreal y bien escritos. Recomendable. Y allí empezará el juego, ese juego encantador que es su sueño permanente, que es su única razón de vivir… Entonces Aguri se estirará como un leopardo. Un leopardo con collar y pendientes. Un leopardo amaestrado, que sabe exactamente lo que tiene que hacer para…