Gadir, 2013. 166 páginas. La novela se desarrolla en la Barcelona de los felices años 20 del siglo pasado. Mauricio, su protagonista, es un joven escéptico y descreído cuya única pasión es el cine. Por casualidad, conoce al director Emilio Ciret, quien aspira a sacar del pantano de aburguesamiento en el que se encuentra a este arte nuevo que considera ya anquilosado. Para ello, pretende llevar a la pantalla esa ciudad cuya existencia la buena gente conoce, o no, pero que, en cualquier caso, no desea ver: los bajos fondos, el hampa, el crimen, la prostitución, todo lo sórdido y vulgar que la burguesía barcelonesa de entreguerras rechaza. Como expresión de su profundo amor por el séptimo arte, Mauricio, además de amigo de Ciret, se convierte en su guionista y su ayudante. Entre ambos desarrollan un gran proyecto, que deben cancelar a causa de un asesinato. De aquí: El teatro de la luz Otra reseña: El teatro de la luz YO NO TIEMBLO, en grandes letras rojas: el temblor abolido por un cartel publicitario en el vestíbulo de un cine. El deseo explotado desde el miedo. El miedo a no desear. El miedo a no saber lo que deseamos. La…