Páginas de Espuma, 2006. 170 páginas. El título proviene de que el autor se propuso escribir 333 cuentos, la mitad del fatídico número del diablo. Lo que no me ha acabado de quedar claro es por qué aquí hay menos, supongo que hizo una selección de los mismos. Los cuentos van disminuyendo de tamaño, un efecto que ya vi en una antología (ignoro quien fue primero) que resulta muy simpático en libros de microcuentos. Los textos propiamente dichos están bastante bien, aunque como en todos los libros que recopilan piezas breves hay algunas que te dejan completamente indiferente al lado de otras que te maravillan. Si hay un mínimo de textos que te emocionan, merece la pena. Y este libro los tiene. Bueno. MI NOMBRE ES NINGUNO | LOS CAPTURARON por el motivo más nimio, alguien afirmó que uno de ellos había gritado: «¡Viva la República!». De otro que había blasfemado; de dos o tres se ignoraba la razón; del resto, se decía —lo decían ellos mismos—, que por pertenecer a un sindicato o a un partido de izquierdas. Algunas noches venían unos jóvenes de oscuro y un sujeto mayor de pelo cano; leía éste en voz alta tres o…