El nombre no engaña, es una descripción del origen de los nombres de todas las estaciones del metro de las líneas 1, 3, 4 y 5. Algunas historias son curiosas, otras previsibles (los grandes nombres, como Juan XXIII), todas aclaran el sentido de unos nombres de los que en ocasiones no tenemos referencias. Cada texto está acompañado de varias fotografías. Algunas son antiguas y otras modernas. Pero como el libro se escribió en 1988, las actuales tienen ahora el mismo sabor histórico. Sobre todo porque son de antes de la gran transformación que supusieron las olimpiadas en Barcelona. Agradable de leer. Es el nombre que recibe la desembocadura en el mar del Rec Comtal; antes desaguaba más hacia el centro de Barcelona, pero con motivo de la construcción de la Ciutadella se trasladó hacia levante en el siglo XVIII. En el llano de Barcelona, ligeramente inclinado hacia el mar, se habían formado ya en tiempos remotos varias rieras importantes, y también torrentes, como lo atestiguan algunos topónimos de la ciudad: riera de Vallcarca, torrent de l’Olla, torrent d’en Vidalet, Riera d’Horta, Riera de Sant Miquel, Riera Alta, Riera Baixa, etc. Cerca de la Riera d’Horta el agua era llevada directamente…