Cop d’Idees, 1991. 111 páginas. varios personajes, por lo general monólogs. Abajo la cuarta pared Sanchis Sinisterra es uno de mis dramaturgos preferidos. Fue el fundador de la Sala Beckett de Barcelona, que, como podrán imaginar, es también una de mis salas preferidas. Si alguna vez han visto la película ¡Ay, Carmela! hagan el esfuerzo de buscar la obra de teatro y leerla o, si tienen la suerte de verla representada, mejor que mejor. Este volumen se compone de dos obras, que a su vez se componen de diferentes escenas breves suavemente hilvanadas. Resumirlas es difícil, baste decir que son totalmente teatrales; los actores hablan del teatro, de si mismos -no como personajes- y hasta los personajes hablan de si mismos. Pero la metatextualidad no le quita frescura a su teatro. Es un teatro escrito con mucho cariño y que al contrario de lo que pueda parecer, gana mucho siendo representado. Sólo en un escenario cobran sentido los juegos que plantea Sinisterra. No quiero acabar esta última entrada del proyecto un día, un libro sin recomendarlo encarecidamente y sin dejarles con lo que considero una de las mejores piezas de teatro que he leído nunca. Que la disfruten: LA PUERTA…