Acantilado, 2001. 134 páginas. Este año me he propuesto leer más poesía, para la que reconozco ser bastante negado. Pero los poemas de Fonollosa, algunos de los cuales adaptó Albert Plá en un disco, son de los que te llegan directamente al estómago. Bajo los títulos de diferentes calles de Nueva York se va dibujando un mundo en el que cabe todo; angustias del amor y del deseo, muertes violentas, desesperanza y violaciones. Es un libro que he disfrutado mucho, página a página, que he ido degustando poco a poco. Porque son poemas que dejan poso. Casi siempre el poema entero, en ocasiones versos tan certeros como este: Las mujeres que quiero van con otros. . Hermoso y brutal. Broad street Devoro la belleza de tu rostro: el compacto de polvos, colorete, algo de negro rímel de pestañas, el sombreado de párpados y crema facial. En ti saben a pan angélico. Arribo a la pintura de tus labios que consumo anhelante y te arrebato decenas de microbios deliciosos que tu lengua transporta hasta la mía. Y desde tus arroyos de saliva mi beso se desliza por tu cuerpo sorbiendo las bacterias que pululan sobre tu body cream y el tembloroso…