Anagrama, 2002. 460 páginas. Tit. or. The Rotter’s Club. Trad. Javier Lacruz. Aventuras de adolescentes de instituto que colaboran en la revista, aman la música -e incluso algunos montan un grupo- y van tirando con sus amores imposibles, en la inglaterra previa al ascenso de Tatcher. Hace poco leía en un artículo de Jot Down que en goodreads muchos libros se critican porque ‘no ha empatizado con el protagonista’. Y aunque la labor de un libro no es hacer que nos caigan simpáticos sus personajes, entiendo el subtexto, porque viene a decir ‘Me importaba una mierda lo que les pasaba’. Me ha gustado más bien poco. No me interesa cómo está escrito, que aunque no está mal no tiene una prosa brillante, no me han hecho gracia los chistes, y no me ha interesado lo que me contaba. Se le da importancia a unos detalles que, sinceramente, me han parecido planos y sin ningún interés. Hay una segunda parte de la que me mantendré alejado con mucho cuidado. Porque soy tan tonto que ya había leído otro libro del autor: Menudo reparto y me había parecido una birria. Pues me reafirmo. No me ha gustado. Casualmente, Benjamin había puesto grandes…
Anagrama, 2010. 580 páginas. Tit. or. What a Carve Up!. Trad. Javier Lacruz. Un escritor venido a menos recibe un encargo lucrativo: escribir la biografía de una poderosa familia que tiene entre sus miembros a políticos, periodistas, fabricantes de armas o magnates de la industria cárnica. No sé por qué tenía buenas expectativas con este libro. Expectativas de encontrar buena literatura. A las pocas páginas ya vi que no. Pero pensé que, por lo menos, podría encontrar sano entretenimiento. Tampoco. En la portada dicen que es un libro de detectives, de denuncia y novela gótica. También que es sátira y fábula política. Quería ser tantas cosas que se quedó en nada. Como novela de detectives, mal. Una trama muy débil que no aparece hasta el final. Como novela gótica hay momentos que da el pego, pero resultan cómicos. Y cuando quiere ser cómico no me ha hecho ninguna gracia. La dimensión más importante es la de denuncia. Cada miembro de la familia representa a un sector despreciable. Traficante de armas, columnista estilo OKDiario, magnate de los mataderos en los que los pobres animales son torturados, políticos… Toda una casualidad. El dibujo que pinta de estos personajes es tan en blanco…