Capitán Swing, 2011. 164 páginas. Tit. Or. Fud.Trad. Alicia Frieyro. Segunda oportunidad que le daba al autor después de lo que me pareció una obra infumable llamada Stone Junction (que sin embargo levantó pasiones). Un abuelo tarambana tiene que quedarse a cargo de un nieto que ha sufrido la muerte accidental de sus padres. Viven plácidamente en un rancho, el abuelo destilando un whisky capaz de resucitar a un muerto y el nieto levantando cercas más por hobby que por otra cosa. La aparición repentina de una cría de pato (Jop) trastocará su existencia. Como en esta ocasión no esperaba nada, no me ha parecido mal. Aquí por lo menos hay humor y algún personaje estrafalario. Pero tampoco me ha acabado de gustar. Sigo creyendo que sus narraciones no van a ninguna parte y a los pocos lugares donde van tangencialmente (espiritualidad, alabanza de la naturaleza virginal a lo Thoreau) no van conmigo. Algunos apuntes. El prólogo lleno de spoiler pero por lo menos avisan antes de empezar diciendo que no es un problema porque un relato es más que su trama. Puede ser, pero me gustaría poder decidir al respecto. Gracias al aviso lo leí después del libro. Se…