Lumen, 2012. 250 páginas. tit. Or. Why be happy when you could be normal? Trad. Álvaro Abella Villar. Tiene muchas de las cosas que no me gustan en un libro, pero me ha gustado. ¿Por el papel de sostén de los libros en la vida de la protagonista? ¿Por compartir la experiencia de ver arder tu biblioteca? ¿Por frases cómo ‘empecé a leer por orden alfabético. Por suerte se apellidaba Austen’? Da igual, más allá del efectismo sentimental y de un final anticlimático como la vida misma recomiendo su lectura. Calificación: Bueno. Mi madre tenía una mente suspicaz, pero aun cuando no la hubiera tenido, era evidente que su hija estaba trepando en el mundo. Una noche entró y vio la esquinita de un libro asomando por debajo del colchón. Lo sacó y lo examinó con su linterna. Fue una elección desafortunada: D. H. Lawrence, Mujeres enamoradas. La señora Winterson sabía que Lawrence era un satánico y un pornógrafo, y después de tirarlo por la ventana, se puso a hurgar y revolver, y yo me bajé a trompicones de la cama mientras ella tiraba un libro tras otro al patio de atrás por la ventana. Yo cogía algunos libros e…