Blackie Books, 2024. 260 páginas. Llego a este libro a través del episodio especial que le dedicó el autor en su podcast Grandes infelices. A través de los últimos momentos de vida de su padre engarza una serie de reflexiones acerca de la escritura, el contar historias y la importancia de esa tinta invisible que no vemos pero que nos afecta. Ha sido una delicia leer este libro. Trufado de anécdotas de escritores pero no puestas al azar, sino con un sentido dentro de cada uno de los temas que trata. Bajo el armazón de la triste historia personal que sirve de motor al libro, la muerte de su padre, con el que compartió lecturas y conversaciones sobre escritores. Me atrapó desde el comienzo y lo devoré con avidez. Muy bueno. Poe estaba siempre endeudado y no pudo completar sus estudios universitarios; eso le provocaba una inseguridad de la que no conseguía deshacerse al confraternizar con otros literatos. Hay investigadores que aseguran que el uso de palabras arcaizantes en su obra tenía que ver con demostrar una cultura que su falta de cualificación universitaria podía poner en duda. Había empezado a jugar y a beber antes de cumplir los 18…