La cúpula, 2009. 254 páginas. La historia del espía Richard Sorge es de aquellas en las que la realidad supera a la ficción. Avisó a la Unión Soviética de la Operación Barbarroja, aunque Stalin no le tomó en serio. De más ayuda fue su aviso de que Japón no invadiría Manchuria. Con esos mimbres esperaba un cómic a la altura, pero me ha decepcionado bastante. Mi impresión general se resume en una palabra: confuso. Confuso el guión, que se demora en detalles accesorios y en muchas ocasiones incomprensibles y que no proporciona detalles de la trama. A la vez inserta páginas explicativas donde los protagonistas, desde el presente, relatan algunos hechos. Confuso también el dibujo. Sorge aparece muy bien retratado pero el resto de personajes son difíciles de adivinar. Las mujeres son prácticamente idénticas y sólo se distinguen por el vestuario. Esto lo hace también difícil de seguir. Aquí: Periodismo, el arma secreta… encontrarán mejor información que la de esta novela gráfica.