Menoscuarto, 2010. 368 páginas. Ensayo dedicado al microrrelato dividido en dos apartados. El primero está dedicado a la historia y la teoría, donde analiza cómo nace el género que, aunque tiene su eclosión a finales del siglo XX, hunde sus raíces en la historia. Ya Juan Ramón Jiménez escribió muchos que son excelentes. Se teoriza acerca de sus formas más habituales, el uso de la fantasía, el control de la elipsis, el título como pieza fundamental a la hora de aportar información, la parodia u homenaje, etcétera. La segunda parte está dedicada a los autores que tienen obras capitales dentro del género, como Juan José Millás o Javier Tomeo entre los consagrados por otro tipo de obras, o los especializados como Hipólito G. Navarro o Ángel Olgoso. Interesante. La intertextualidad temática y formal Las obras clásicas perduran en el tiempo, no tanto por su calidad de monumentos estéticos, sino porque se abren a lecturas diferentes en cada época: dialogan con nuestra contemporaneidad. (Alejo Carpentier) Como indica muy acertadamente José M.a Merino, los mejores microrrelatos son aquellos que se nutren de materia reelaborada “ya muy macerada por el tiempo y las relecturas”, y se “fortalecen con la memoria del lector”. Ahora…
Cátedra, 2012. 526 páginas. Mi regalo de cumpleaños de este año; un excelente libro que recopila cien años de microrrelatos españoles (quedan fuera los hispanoamericanos -¿para cuando esa edición?) acompañado de un excelente prólogo de Irene Andres-Suárez, experta en estas lides. Los textos hiperbreves tienen sus propios códigos, como indica la autora: Sea como sea, es indiscutible que la hiperbrevedad condiciona la selección de los materiales que conforman la trama y determina sus rasgos discursivos, formales, temáticos y pragmáticos, porque conseguir esa anhelada levedad implica una ajustada economía narrativa, concisión extrema y máxima elisión, una característica esencial de los textos que nos ocupan. Como Juan Pedro Aparicio, opino que el microrrelato está gobernado por leyes distintas de las que gobiernan las otras formas de literatura y que lo que lo distingue del cuento clásico no es únicamente el tamaño y la concisión, sino también, y sobre todo, su naturaleza elíptica: esa tensión entre el silencio y la escritura, entre lo no dicho y lo dicho, que está en la misma esencia del género porque, en el microrrelato, lo que se silencia, lo que se sugiere y presupone tiene un peso mayor de lo que se dice o se muestra. Conforma,…