Irene Andrés-Suárez. El microrrelato español.

octubre 3, 2022

Irene Andrés-Suárez, El microrrelato español
Menoscuarto, 2010. 368 páginas.

Ensayo dedicado al microrrelato dividido en dos apartados. El primero está dedicado a la historia y la teoría, donde analiza cómo nace el género que, aunque tiene su eclosión a finales del siglo XX, hunde sus raíces en la historia. Ya Juan Ramón Jiménez escribió muchos que son excelentes. Se teoriza acerca de sus formas más habituales, el uso de la fantasía, el control de la elipsis, el título como pieza fundamental a la hora de aportar información, la parodia u homenaje, etcétera.

La segunda parte está dedicada a los autores que tienen obras capitales dentro del género, como Juan José Millás o Javier Tomeo entre los consagrados por otro tipo de obras, o los especializados como Hipólito G. Navarro o Ángel Olgoso.

Interesante.

La intertextualidad temática y formal

Las obras clásicas perduran en el tiempo, no tanto por su calidad de monumentos estéticos, sino porque se abren a lecturas diferentes en cada época: dialogan con nuestra contemporaneidad.

(Alejo Carpentier)

Como indica muy acertadamente José M.a Merino, los mejores microrrelatos son aquellos que se nutren de materia reelaborada “ya muy macerada por el tiempo y las relecturas”, y se “fortalecen con la memoria del lector”. Ahora bien, para que esto funcione, el escritor debe apoyarse en tradiciones narrativas identificables en un repertorio cultural amplio y universalmente conocido, ya que de otro modo el receptor no podrá descifrar por su cuenta lo que está implícito. *

Recordemos que el término “intertextualidad” fue utilizado por primera vez en 1969 por Julia Kristeva, quien concibió el texto literario como un mosaico de citas y como una absorción y transformación de otro texto, aunque fueron Roland Barthes, primero, y Gérard Genette, después, quienes convirtieron este concepto en un instrumento de creación y de estudio. Para este último, el término intertextualidad designa únicamente la presencia efectiva de un texto dentro de otro, mediante la inserción de citas, alusiones, referencias, etc., reservando el vocablo hipertextua-lidad para referirse a la apropiación o reelaboración por un texto B de un texto A. Sea como sea, nosotros emplearemos la voz intertextualidad con un sentido amplio; es decir, como el conjunto de relaciones que un texto literario puede mantener con otros, bien sea a nivel temático, mediante la reescritura o recontextualización de motivos y personajes de la literatura universal, como mitos clásicos y bíblicos, o historias y personajes famosos, o bien a nivel formal, mediante la refundición de formas narrativas hiperbreves de la tradición, como la fábula, la parábola, la leyenda, el diario, el género epistolar, el policíaco, etc., o incluso de géneros no literarios, como el artículo periodístico (J. J. Millás, M. Vicent, etc.), la entrevista (J. Otxoa), el cómic (los textos de J. Torneo de Patíbulo interior son un buen exponente de ello), el expediente administrativo (Ángel Olgoso), el anuncio, etc.

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