74 páginas. Jesús tuvo un hermano gemelo, llamado Judas. Este libro es la narración de la vida de los dos desde su perspectiva, más cínica, pragmática e incluso blasfema que la de su hermano, un santurrón desde su punto de vista. Un evangelio a la contra pero, por eso mismo, más veraz e interesante. A pesar de la brevedad del texto el autor combina bien los materiales conocidos en los evangelios canónicos con la historiografía e incluso con acontecimientos posteriores que mete de tapadillo y que como lectores reconocemos con una sonrisa. La narración es ágil y la historia nos atrapa, divididos entre lo que creemos saber que va a pasar y lo que el protagonista nos cuenta que pasó en realidad. Lo he disfrutado mucho y espero esa segunda parte que parece adelantar el final de la obra. Muy bueno. La cena consistió en una hogaza de pan de trigo —yo solía comerla de cebada—, habas, pescado ahumado, queso y dátiles. Y de postre, unas tortas de flor de harina, bien amasadas con aceite y acompañadas de miel. Cuando llegó mi invitado me encontré con un judío joven, bajo de estatura y poco agraciado, de escasos cabellos y frente…