Anagrama, 2000. 424 páginas. Tit. Or. Happy like murderers. Trad. Antonio Resines y Herminia Beria. Creo que llegué a este libro a través de Martin Amis, cuya prima fue asesinada por Fred y Rose West. Su hija había desaparecido y sospecharon de sus padres. Excavaron el el jardín y se encontraron una cantidad enorme de huesos, todos de las víctimas de la pareja. Eran unos asesinos en serie. El libro nos habla de la vida de la pareja, sus trabajos, lo que se sabe de los crímenes, todo con abundante documentación. Ya son varios libros y artículos en los que me encuentro de que la frase típica de ‘siempre saludaba’ el asesino en serie que parece una persona normal pero luego esconde en su interior a un asesino es mentira. A muchos psicópatas se les ve venir de lejos. Pienso en la figura del solitario del que los vecinos decían que era un hombre violento. También lo eran Fred y Rose, sólo que nadie le dio la mayor importancia. Se compara el libro con ‘A sangre fría’ y nada que ver. Aquí no hay pulso narrativo, se detiene en detalles irrelevantes y aburridos, la narración más que avanzar se arrastra…