Pretextos, 2004.204 páginas. Antología de poemas de Leopardi, en edición bilingüe, con algunas notas aclaradoras sobre los poemas. Traducción -realizada con mucho cariño- y edición, excelentes. Los textos me han gustado bastante, algunos son muy redondos y con versos de gran fuerza. A Leopardi no le trató muy bien la vida, y eso se nota en algunos poemas desesperados, pero en otros se respira ganas de vivir. Un descubrimiento. Recomendable. LA NOCHE DEL DÍA DE FIESTA UULCE y clara es la noche y no hace viento, Y quieta sobre huertos y tejados Está la luna y desde lejos muestra, Serena, las montañas. ¡Oh amor mío!, Las sendas callan ya y en los balcones Velada luce la nocturna lámpara. Duermes, que te acogió plácido sueño En tus quietas estancias; no te turba Ningún cuidado, y no sabes ni intuyes Qué gran herida abristeme en el pecho. Tú duermes; yo, a este cielo que benigno A la vista se ofrece, ahora saludo Y a la antigua Natura omnipotente Que me creó para sufrir. «Te niego La esperanza —me dijo—, aun la esperanza; Que no brille en tus ojos sino el llanto.» Solemne fue este día; de la fiesta Ahora descansas, y tal…
Errata naturae, 2009. 78 páginas. Estoy empezando a leer libros de Leopardi, animado por una charla que escuché en la radio. En estos diarios, escritos cuando era muy joven, se describen las típicas angustias del adolescente que se enfrenta a sus primeros amores. Escenas de campiña y desasosiego juvenil. Seguiremos con sus poemas. sueño de aquella noche y el paraíso que es para mi hablar con ella, que me interrogue y escuche con rostro risueño, yo le pido luego que me dé la mano para besársela y ella, saliendo de no sé qué ensoñación, me la tiende mirándome con gesto muy inocente y candido, y yo se la beso sin atreverme a tocarla, siendo tan grande mi deleite que en sueños solamente y por primera vez sentí entonces lo que es esta especie de consuelo de una manera tan cierta que, ya despierto y bien despabilado, supe que mi placer había sido del todo real e intenso, y me quedé atónito y comprendí cuan cierto es que toda el alma puede volcarse en un beso y olvidarse del mundo entero porque fue eso lo que yo sentí, y le seguí dando vueltas un rato a este pensamiento, y luego, pasando…