Tenía muchas ganas de echarle el ojo a esta historia del ídem, y que mejor momento que ahora que está medio mundo alborotado con el porno para mamás. Esto, desde luego, no es para estómagos delicados. Según se cuenta se publicó en 1928 bajo el pseudónimo de Lord Auch (según dicen sería Lord a la mierda, pero no lo puedo asegurar). Se narran las aventuras del protagonista con Simona, en las que hay abundancia de masturbaciones, fluidos coporales y situaciones de alto voltaje. La pareja de jóvenes van de aquí para allá encontrando en cada sitio compañeros con los que profundizar en su relación. Erotismo hay, desde luego, aunque discrepo de los que la llaman obra cumbre de la literatura erótica. Está, eso sí, impecablemente escrita y bebe directamente de la fuente de los primeros surrealistas. Es una obra fascinante tanto por las situaciones que describe como por el lenguaje con el que están narradas. Por supuesto, hay más crudeza que en los tomitos eróticos actuales (al final les dejo el habitual fragmento, que supongo no les dejará indiferentes) y muchísima más calidad literaria. Tiene, además, una lectura filosófica: Bataille: Historia del ojo: Una lectura antropológica. Que la obra está…