Fórcola, 2011. 110 páginas. Seguramente lo vi aquí: Ressenya: «Cortázar y los libros» y me apeteció. Marchamalo ha tenido acceso a la biblioteca de Cortázar que están en la fundación March y nos cuenta que hay y que no hay, las anotaciones, dedicatorias, apuntes y dibujos. Es un libro breve, así que no pretende ser exhaustivo, pero nos ofrece un panorama curioso sobre las filias y fobias del genial escritor. Uno se alegra cuando coincide en los gustos y no tanto con las discrepancias, pero en conjunto es un libro delicioso que nos ofrece otra cara de Cortázar. Abunda en material gráfico, lo que aumenta aún más su valor. Calificación: Muy bueno. Un día, un libro (315/365) Extracto: Otra de sus aficiones de infancia fueron las definiciones del diccionario. Pasaba horas sentado con un Pequeño Larousse que le habían regalado, en el que buscaba palabras y significados: goleta, porrón, tifus… —¿Qué le ves al diccionario? —le preguntaban. -Todo. También comenzó a escribir muy temprano. Ya con nueve o diez años el pequeño Coco había escrito una novelita -afortunadamente perdida, dijo él mismo-, y antes cuentos y algunos sonetos. Cuando los dio a leer a su familia se encontró con que,…