Páginas de espuma, 2011. 286 páginas. Multitud de minirelatos alrededor de tres ejes. Los primeros inspirados en figuras retóricas como la epanadiplosis o el hipérbaton. Los segundos cogen frases hechas del lenguaje (abrigar la esperanza, entre la espada y la pared,…) y arman una historia que inspire esa frase en un sentido literal. Los últimos están escritos a partir de titulares de periódicos. Pues bien, a pesar de que simpatizo con el juego que se propone la autora, y que los relatos están escritos con solvencia, solo uno de ellos me ha despertado algo de simpatía. El resto se me han hecho interminables, excesivamente directos en su planteamiento y sin el menor músculo narrativo. Si decía aquel que un relato te tiene que ganar por KO estos no me han hecho ni cosquillas. No me ha gustado. Abrigar esperanzas Pedro Juan era ya todo un hombre cuando, en la sección para caballeros de unos grandes almacenes, conoció a Esperanza. «Te llamas igual que mi madre», le dijo. «Pero igual, igual, ¿eh?». Ella sonrió. «A veces la llaman Espe», añadió él. «Como a mí», contestó ella. Y como si aquellas coincidencias fueran suficientes para entrar en confianza, Pedro Juan se decidió…
La meva Arcadia, 2014. 96 páginas. La meva Arcadia está publicando libros infantiles pero siguiendo el modelo e inspiración de la editorial para adultos. Textos articulados sobre un concepto -en esta ocasión, el diálogo- que animen a la reflexión. Este volumen se compone de 21 cuentos en los que el diálogo tiene un papel protagonista. Desde la nube que consigue -a duras penas- comunicarse y hacerse amiga de un avión hasta el pájaro que se pone de acuerdo con la jaula que lo alberga. Porque en ocasiones -no siempre- hablando se entiende la gente. Las ilustraciones de Max, como admirador suyo que soy, me han parecido magníficas, en un blanco y negro que juega con la silueta. Me gusta que libros de cuentos con letra, donde la ilustración sea un apoyo y no el centro de atención aparezcan en el mercado. UN AVIÓ I UN NÚVOL Havia estat molt de temps pensant-hi. Li havia costat molt decidir-se però, finalment, aquell era el dia escollit. El núvol va parlar per a ell mateix, en veu molt baixa, perquè no el sentissin els núvols de la vora. «L’hi diré quan estigui arribant, quan el vegi venir, sí, és millor dir-l’hi abans i…