Malpaso, 2018. 134 páginas. En estos tiempos en los que es obligatorio ser feliz, tener siempre una actitud positiva y beber en tazas de Mr. Wonderful no está de más que alguien nos recuerde la importancia de odiar. Porque, seamos sinceros, todo el mundo odia. Y está muy bien odiar. Por ejemplo no hay que sentirse mal por odiar a los homófobos, a los machistas y a los racistas. Se pueden odiar muchas cosas, excepto a los autónomos, que como bien dicen en el libro sólo pueden dar pena (exceptuando a los taxistas). En este libro encontraremos un catálogo de cosas odiosas escrito con mucha mala baba y un ingenio poco común que te arranca la carcajada en muchas ocasiones. Yo me reí, se lo dejé a mi mujer y se rió más que yo. Son las cosas del odiar. Las ilustraciones y el formato del libro acompañan muy bien al texto y se incluyen pasatiempos y espacios en blanco para crear nuestras listas de odio personalizadas. Es un perfecto regalo para todo el mundo, menos para los que nos saludan diciendo ‘Holi’. Muy recomendable. Para liberar a los judíos, Dios castigó a los egipcios con diez plagas y mandó…