Bibliotex, 2001. 320 páginas. Caciquismo Husmeando en el saldo muchas veces compras cosas porque te suenan, sin saber a ciencia cierta que te vas a encontrar. Mi primera sorpresa fue la foto del autor, con chistera decimonónica, porque ignorante de mí lo creía más actual. Pero la novela, siendo de 1914, es muy moderna, aunque no tan erótica como anuncia la solapa. Jarrapellejos es el cacique absoluto del pueblo. Vulgar, casposo y con hábitos desagradables -como eructar sin complejos- es sin embargo el que decide sobre los destinos de los habitantes del pueblo, y comen en su mano nobleza e incluso ministros. Junto con los señoritos del pueblo se rifan a las mozas de buen ver ejerciendo una especie de derecho de pernada. Pero su lujuria se enfrentará con la tenacidad de Isabel, que intentará resistir sus pretensiones. Vista la calidad del libro me sorprende no haber oído hablar más del autor. Es un retrato despiadado de la alta sociedad -nobleza y clases altas- y no es de extrañar que durante la dictadura no se editaran sus libros, porque el mismo estado de cosas ha subsistido hasta hace bien poco. No tengo tiempo para loar todas las virtudes que he…