Club editor 1959, 2018. 190 páginas. La protagonista no encuentra su sitio en una vida que resbala en su piel, a diferencia de su feliz hermana que tiene todos los checks de la lista para ser feliz; matrimonio con un buen partido, hijos e hipoteca. La sombra del suicidio siempre se esconde en la trastienda. Una prosa excelente, con ritmo, pero una historia banal que no me ha despertado el más mínimo interés. Últimamente estoy leyendo bastantes libros de jóvenes que narran situaciones que les deben parecer dignas de ser contadas, pero que a mí me parecen de una banalidad increíble. Cuando era más joven se escribieron muchos libros que contaban la noche, herederos de Bukowsky, con excesos de todo tipo, abundancia de drogas y de lumpen. Ya entonces me parecían un poco exagerados y cansinos. Los de estas generaciones ni siquiera tienen excesos. Al menos la protagonista de este libro folla de vez en cuando y tiene tendencias suicidas. Pondré un par de ejemplos: Capítulo 12, la protagonista lleva tres meses en Bruselas (ha ido porque sí) y para ganar un dinero responde un anuncio en el que solicitan profesoras de español. El barrio no tiene muy buena pinta,…