Tránsito, 2024. 162 páginas. En Paso Chico Marga, que desde su nacimiento arrastra la fama de tener y dar mala suerte, pasa sus días entre el descubrimiento del deseo, el sufrimiento del abuso, y su relación con Recio, un muchacho aficionado a la bebida más de la cuenta. Novela desasosegante, con un ambiente que asfixia y no solo por el calor que desprenden sus páginas, ese ambiente marginal de seres que apenas pueden vislumbrar nada puro y que malviven dentro de su propia desesperación. Bueno. Mañana mismo, se dijo la gurisa, mañana mismo voy y le golpeo la puerta y consigo convencerlo de que necesita ayuda por todo el verano y, con suerte, tirar unos meses más. Y así, con el comedor iluminado por la mala señal de la tele y el viejo ocupándole la cabeza, Marga volvió a pensar en eso que hacía tiempo no pensaba. Tenía seis años para siete cuando a la gurisita le empezó a rondar una idea recurrente sobre el viejo. Una idea que a Marga se le había fijado con fuerza de tanto verlo como detenido, sentado afuera de su casa siempre en la misma posición, con su mueca de buen hombre y la…