Luciano. El bibliómano ignorante.
Ensayo / mayo 30, 2017

Errata naturae, 2009. 94 páginas. Trad. Helena González. Recoge dos obras de Luciano de Samósata. En la primera, el bibliómano ignorante, critica a un amigo rico que compre libros con el fin sólo de aparentar, pero sin leerlos. Aprovecha para meterse con su vida disipada. El texto sigue vigente hoy en día, el postureo ni ha muerto ni morirá. La segunda es un repaso y parodia de los principales movimientos filosóficos. Se venden unos esclavos, cada uno es representante de los pitagóricos, los cínicos, etcétera. El estudio introductorio de Iván de los Ríos es excelente y predispone al espíritu del libro. Un libro que hace burla de cosas serias, porque nada es sagrado y todavía menos lo solemne. Recomendable. Porque, ¿qué clase de esperanza tienes tú puesta en los libros, que estás siempre desenrollándolos y encolándolos y los recortas y untas con azafrán y cedro y los envuelves en pergamino y los provees de botones como si fueras a disfrutarlos? Por lo menos has medrado en algo con su compra, ya que te congratulas de ello —y es que eres más simple que un pez— y vives de un modo que no puede calificarse ni de medio decente, y te…

Giacomo Leopardi. Diario del primer amor.
Cuentos / mayo 18, 2017

Errata naturae, 2009. 78 páginas. Estoy empezando a leer libros de Leopardi, animado por una charla que escuché en la radio. En estos diarios, escritos cuando era muy joven, se describen las típicas angustias del adolescente que se enfrenta a sus primeros amores. Escenas de campiña y desasosiego juvenil. Seguiremos con sus poemas. sueño de aquella noche y el paraíso que es para mi hablar con ella, que me interrogue y escuche con rostro risueño, yo le pido luego que me dé la mano para besársela y ella, saliendo de no sé qué ensoñación, me la tiende mirándome con gesto muy inocente y candido, y yo se la beso sin atreverme a tocarla, siendo tan grande mi deleite que en sueños solamente y por primera vez sentí entonces lo que es esta especie de consuelo de una manera tan cierta que, ya despierto y bien despabilado, supe que mi placer había sido del todo real e intenso, y me quedé atónito y comprendí cuan cierto es que toda el alma puede volcarse en un beso y olvidarse del mundo entero porque fue eso lo que yo sentí, y le seguí dando vueltas un rato a este pensamiento, y luego, pasando…