Editorial Joaquín Mortiz, 2004. 540 páginas. Pícaros supervivientes Llevar un blog no tiene, generalmente, beneficios económicos. Pero tiene otro tipo de recompensas. Además de las egorías, he conocido a muy buena gente gracias a mi blog. Una de ellas es Magda, que además de regalarme su amistad y cariño me envió tres excelentes libros por correo. Éste fue el que leí primero por estar en la lista del esclavo lector. Crisanta Cruz es una niña que sueña con ser actriz. Tlacotzin es un indio cuya madre es cristiana y su padre Azteca. El padre de Crisanta abusa de ella en estado de embriaguez, y esta se venga fingiendo visiones místicas y obligándole a confesar en público su crimen. El padre de Tlacotzin quiere hace de él un buen azteca y lo lleva a reuniones secretas, pero éste, creyendo que lo van a sacrificar, escapa con la ayuda de su madre e ingresa en un monasterio. Aunque ya se imaginarán que ambos se encuentran, no quiero adelantarles más; para saber como acaba la historia deberán leer el libro. Libro con una rara cualidad; es entretenido, se lee de un tirón pese a sus 540 páginas, a ratos es capaz de arrancar…