Resumen de lo que fue el movimiento Dadá acompañado de bastantes ilustraciones, que, junto con el alegato final de ¡que viva Dadá!, son lo mejor del libro. Sorprende ver lo modernos que eran ya hace cien años; seguimos repitiendo cosas que ellos ya hicieron y nos creemos rompedores. El lono de esta primera publicación muestra, en el inicio del movimiento, el espíritu sosegado de Hugo Ball, el instigador de estas veladas que, sin embargo, fue rápidamente suplantado por la personalidad vivaz y entusiasta del joven poeta Tristan Tzara, manifestada desde el primer número de la revista Dada, en junio de 191 7. La virulencia de Tzara condujo a Dada a una actitud radical: «Hay un gran trabajo destructivo, negativo por cumplir», afirmaba, si lo que queremos es reconstruir. Los artistas tomaron, de este modo, un camino común: su arte hizo un hueco a la ironía, al descaro, al azar y a la provocación. Las tradiciones, los «sistemas» y el arte —esa expresión superior del hombre— se volvieron irrisorios. Tzara explica en su primer Manifiesto dada de 1918: «Estoy en contra de los sistemas: el único sistema todavía aceptable es el de no tener sistemas». Del mismo modo, proclama «Dada no…