Para hoy domingo quiero compartir con ustedes otro de los documentales de Radio Nacional, esta vez dedicado al escritor George Orwell y su obra 1984. Ya se comenta la noticia de que el escritor era espiado por el servicio secreto, irónicamente por sospechoso de comunista. Él, que escribió la más feroz sátira sobre la Unión Soviética. El documental pueden escucharlo aquí: George Orwell fue miliciano del POUM en la guerra civil lo que le llevó a escribir el libro Homenaje a Cataluña. Era justo que se le rindiera también un homenaje en Barcelona, de ahí que una plaza tenga su nombre… pero la historia tiene su miga. Una manera eficiente de reconvertir el casco antiguo de Barcelona en un sitio más limpio y acorde con la nueva imagen de la ciudad es derribando edificios. La Rambla de Raval es el ejemplo más bestia: todos los edificios entre dos calles fueron al suelo. El documental En construcción da cuenta del proceso. En lo que ahora es la plaza George Orwell también había un edificio que derribaron, y siempre he imaginado que cuando al protagonista de la novela Una comedia ligera de Eduardo Mendoza lo marean por las callejuelas del casco antiguo…
Editorial Seix Barral, 2006. 365 páginas. Transición, desencanto No he cambiado mis hábitos de comprador de saldo, este libro es un regalo de mi gran amigo Carlos. Lo recibí con alegría, Eduardo Mendoza es uno de mis escritores preferidos y lo último que había leído de él -la aventura del tocador de señoras- me había hecho reir mucho. Ambientado en plena época de la transición nos cuenta la historia de Mauricio, un dentista tentado por la política que verá su vida dividida entre dos mujeres; Clotilde y la Porritos. Como trasfondo, una Barcelona ilusionada por la nominación para las olimpiadas y mucho desencanto político. Para decirlo pronto y claro; no me ha gustado. Ya desde el principio los diálogos me parecían acartonados. Si la anterior novela no cómica de Mendoza Una comedia ligera no me pareció excesivamente brillante, pero tenía su aquel, en esta novela no encuentro nada salvable. Los personajes me parecen poco creíbles, y la situación del protagonista también. Aún hay más; el desencanto que respira la novela no le va. Es un desencanto de alguien que ha visto los frutos de la transición, no de alguien que vive en ese momento. Si es un juego literario no…