Ediciones la Uña Rota, 2015. 174 páginas. Llegué a este libro a partir de un texto publicado en la revista Primer acto, que hablaba acerca de una profesora de literatura que animaba a leer porque si no, al crecer, no tienes conversación después de follar. Empecé el libro con prevención, porque en el prólogo se comentaba una acción-performance que consistía en que los espectadores entraban en una sala, se les daba un fancine para leer y a correr. No es que me quedara muy impresionado. Sin embargo los textos del libro son oro puro. Pequeñas historias reflexivas donde prima el amor, la soledad y el sexo. Caldo concentrado de emociones. Tan bien escrito que me hubiera gustado subrayar cada página. Tanto me ha gustado que me da pena devolverlo a la biblioteca. Un libro más que pasará desapercibido entre la maraña habitual de novedades pero que contiene literatura de la buena, de la que perdura en la cabeza y perdurará. Muy bueno. Me ha costado seleccionar un fragmento, este no es representativo del tono general de la obra pero me ha gustado mucho. He estado leyendo el último verso que escribió Raymond Carver y me ha hecho pensar bastante. Nos…