Edaf, 2013. 254 páginas. Adrian Miranda, chapero y drogadicto, es encerrado acusado del crimen de su amante, asesinado en su chalet. Después de veinte años en la cárcel sale limpio y con una idea en la mente: averiguar quién le traicionó y le acusó de un crimen que él no cometió. Y si de paso puede averiguar quién fue el verdadero culpable, la venganza estará servida. Novela negra de acción trepidante, muy cruda, con un retrato excelente de los bajos fondos de Las Palmas. Historia de una venganza narrada con un buen pulso narrativo que hace que el interés no decaiga hasta el final. Alguna escena me ha parecido que no encajaba bien con el resto, pero en conjunto muy bien. Recomendable. Por la tarde fui a Juan Grande para prepararlo todo. Fijé la silla al piso con los pernos de anclaje; puse cáncamos en la puerta y el bastidor, para pasar la cadena; dejé allí la lámpara y las herramientas, y un par de garrafas de agua, que nunca venían mal. Ya que estaba en la finca, aproveché para fijar las anillas al suelo de la furgoneta. Al final me dieron las tantas. Son casi las doce de la…
Edaf, 2000. 254 páginas. La revista La Codorniz, fundada por Miguel Mihura, fue, posiblemente, el único rayito de sol que pudo calentar el intelecto de los españoles en la posguerra. Como dijo un académico ‘Tenía la cantidad justa de humor que podía permitir la dictadura’. La antología adopta un enfoque novedoso: en vez de seleccionar los mejores chistes de cada sección, han creado una serie de Codornices representativas de cada época. Son doce cuadernos de 16 páginas que van desde la época surrealista y de humor blanco de Mihura a los tímidos avances de destape de la última época. Algunos chistes gráficos son intemporales, aunque las secciones de texto han envejecido -en mi opinión- bastante mal. Se incluyen los textos de la polémica Mihura-De la Iglesia y su reconciliación a cargo de Neville. También un índice onomástico completísimo.
EDAF, 1979. 326 páginas. Tit. or. Et dùkkehjem. Trad. Isidro Maltrana. Drama moderno Siempre hay que volver a Ibsen. Toda la polémica que tuvo en su tiempo hoy nos parece increíble, pero en su época cuestionar los pilares de la sociedad debió ser bastante arriesgado. Su influencia en el teatro del siglo XX es enorme. Casa de muñecas es una de sus obras más famosas y su protagonista, Nora, es una mujer que en las primeras páginas parece superficial pero que descubrirá un carácter fuerte a medida que avanza la obra. Un pato salvaje tiene el tema de la mentira vital, la vida bajo un autoengaño constante que permite hacer más llevadera la mediocridad de la propia existencia. El pato del título -real en la obra- se convierte en una alegoría. Espectros, copio de la wikipedia: Su protagonista la señora Alving, siguiendo el consejo del pastor Manders, vive junto a su marido simulando ser feliz, siguiéndole en sus vicios e intentando ocultarlos, preservando la imagen respetable que la sociedad mantiene sobre él. Estrenada en Berlín fue prohibida el día de su estreno, fue igualmente prohibida durante quince años en Noruega al considerarla disoluta y revolucionaria. Son obras que resisten sorprendentemente…
Edaf, 2000. 280 páginas. Al contrario que los últimos libros que he reseñado, esto no son cuatro cuentos de un mismo tema mal juntados. Es una selección cuidada, acompañada de prólogo y muy bien puesta en contexto. Sí, los relatos son clásicos, pero en eso radica su virtud. La lista es la siguiente: Maese Cornélius (H. de Balzac) La tragedia del señor Higginbotham (N. Hawthorne) Tú eres el hombre (E. A. Poe) El robo del elefante blanco (M. Twain) El maestro del misterio (J. London) Un abono excelente (R. Graves) Humo (W. Faulkner) La zambullida (R. Dahl) Mi única pega es al primero, no por su calidad, sino porque ocupa casi la mitad del libro. Eso sí, es curioso pensar en Balzac como en uno de los fundadores del género policíaco. El resto ya los había leído varias veces pero son tan buenos que pueden leerse varias más. El de Hawthorne es otro antecedente del género, el de Twain es una parodia divertidísima y el de Faulkner, junto con todos los incluídos en Gambito de caballo, un ejemplo de que estos cuentos pueden cobrar altura literaria sin perder de vista los mecanismos del gnénero. Calificación: Muy bueno. Un día, un…