ECC, 2023. 340 páginas. El pintor Viti es adicto a la abismina una droga que se consume por los ojos y vuelve amarilla su vida. Asistimos a las diferentes penurias que la adicción provoca en su vida, que se va desdibujando paulatinamente mientras cae en un pozo sin salida. Lorenzo sigue con su habitual línea bruguera, estos personajes que nos recuerdan a Gordito Relleno, con narices de una redondez imposible y un estilo falsamente naif que nos cuenta una tragedia. El retrato sin edulcorar de una adicción, que por momentos me puso mal cuerpo. Podríamos decir que este tebeo es la antítesis de aquella romantización de la heroína que leíamos en los primeros víboras. Aquí se nos muestra la realidad sin cortapisas, aunque el estilo nos parezca el de un libro infantil. Y ese contraste contribuye mucho a que nos vuele la cabeza. Desasosegante. Muy bueno.
ECC, 2023. 110 páginas. Después de publicar Como hacer un cómic sin tener ni puta idea les proponen ir más allá: crear una novela gráfica para explicar como está la industria del cómic y, por si fuera poco, salvarla. Retrato excepcional de cómo está ahora mismo una industria que machaca a los autores, que apenas da dinero, y que tiene poco remedio. Muchas de las cosas que se dicen aquí se pueden extrapolar al mundo de los escritores. Al final proponen unas soluciones que ignoro si podrían funcionar, pero me da que no (y los autores parecen pensar lo mismo). Porque aunque sea injusto que el autor solo se lleve un 10% de la cadena de distribución el mator problema es que no se lee y no se compra. Máxime cuando el grueso de las ventas se las llevan productos extranjeros (como los superhéroes o el manga) y apenas queda nada para los de aquí que, sin embargo, tienen un talento increíble. Porque los autores patrios que leo tienen una calidad de guión y dibujo impresionante, son arriesgados, hacen obras maestras, pero apenas cuatro pueden vivir de este trabajo. Es desmoralizador. ¿Por qué siguen? La respuesta en la página que…
ECC, 2015. 144 páginas. La historia paralela de Allende y Pinochet de tan trágicas consecuencias. Todo en este libro está en su sitio. El grafismo, arriesgado, con alternancia de estilos, próximo al realismo en algunos casos, de trazo libre en otros. El guión, detallista, alternando saltos temporales, huyendo de cualquier maniqueísmo. Bien. Muy bien contada la historia. Y, pese a que los autores rehúsan en todo momento pronunciarse ante los hechos que narran, el lector saca sus consecuencias. Que se resumen básicamente en la historia que les cuenta un taxista. El estaba haciendo el servicio militar en el momento del golpe y tuvo que arrojar cadáveres al río. Esos cadáveres todavía le persiguen. Muy recomendable.
ECC, 2016. 300 páginas. ¡Menudo cómic! ¿Cömo es posible que esto no estuviera editado todavía en castellano? Toda una obra maestra de imaginación, dibujo libre, crítica, personajes rocambolescos… una delicia en todos los sentidos. Philemon es un chico que va siempre con su jersey a rayas acompañado por su burro que parece hablar aunque nadie le escuche y que tiene un padre escéptico que no cree las maravillosas aventuras que le ocurren. Porque con la ayuda de su tío que es un poco mago encuentra entradas a otras realidades donde podemos encontrar islas de apuntadores, náufragos en letras de mapas, castillos colgando del aire con una cadena, huelguistas que piden trabajar en domingo, críticos flotantes… Al ser una edición integral lo iba paladeando poco a poco, con miedo de que acabase. Pero al llegar al final he descubierto que sólo es el primer tomo de una serie de tres. La alegría que me dio la noticia es la medida de lo que me ha gustado. Imprescindible. En verdad, esta obra admirable puede ser leída como un canto a la libertad y como una reprobación de la obediencia, la uniformidad, el pensamiento único y hasta de la cordura misma (como demuestra…