Junta de extremadura, 2010. 148 páginas. El encuentro de un papel dentro de un libro de segunda mano de alguien que parecía decidido a suicidarse inicia una búsqueda por parte del protagonista del autor de la nota. Por el camino descubriremos que el motivo que le impulsa no es sólo la curiosidad. Cuando no entras, no entras. Y el estilo del autor, rompiendo la cuarta pared e interpelando al lector cada cuatro páginas, los chistes y anécdotas y la poca chicha de la trama me tiraron bastante para atrás. El estilo, literariamente flojillo. No digo que no pueda gustar a otros, pero a mí me ha parecido insustancial y muy alejado de la calidad del título, que es lo mejor del libro. Ni siquiera el remate emotivo ha conseguido conmoverme. A mí, que lloro con una piedra cayendo. No me ha gustado. Mi madre siempre me obligaba a decirle a Pedro que el vino era para la comida, aunque a él le daba igual, porque el blanco que tenía era el de granel, que servía para todo. Recuerdo que siempre iba pensando, camino de la tasca, que si había vino blanco también debía existir el vino negro, aunque no lo…