César Aira. Cómo me hice monja. DeBosl!llo, 2006. 240 páginas. En frasco pequeño Doctor Jeckyll y mister Hyde, Aira es capaz de escribir obras maestras como Ema, la cautiva y bodrios infumables como La mendiga. Cada libro es como un sobre sorpresa ¿nos tocará el premio gordo o el llavero de plástico? Con este libro, por suerte, contaba con buenas referencias de una persona de confianza: Magda El libro está compuesto por tres historias. La primera es la autobiografía de un niño desde que su padre le invita a su primer helado -que resulta tener un sabor horroroso- hasta el momento de su muerte. La segunda es una historia de amor; una chica buena y virgen provoca la pasión de una chica punk, que se empeña en demostrarle su amor de una manera un tanto original. La última es un relato en la frontera de la realidad y el sueño, de la alucinación y la imaginación. Las tres son muy buenas y, lo que es curioso, me han ayudado a situar en su lugar novelas como La mendiga o Las noches de Flores. El mecanismo es parecido, pero lo que en las novelas se queda en un intento no logrado,…