Continuación de Hyperion. Sin en aquel la estructura era la de los cuentos de Canterbury, historias de peregrinos en busca del Alcaudón, aquí se centra en la figura del alter ego de John Keats, un cíbrido con la personalidad del poeta. La guerra entre la Hegemonía y los exters está en pleno apogeo, y lo que parecía una victoria fácil se convierte en una casi segura derrota. Porque bajo la batalla se esconden otras, siendo la principal la de humanos y máquinas. Se desvela cuál es el propósito del Alcaudón y la fuerza aglutinadora del universo. Aunque científicamente cuestionable tiene un ritmo endiablado y un transfondo de conceptos trascendentes bastante bien llevados. Viéndolo en conjunto con la primera parte todo tiene más sentido. Desperté cuando aterrizó la nave. Hyperion pensé, aún separando mis pensamientos de las hilachas de sueño. El joven teniente nos deseó suerte y bajó en cuanto se abrió la puerta y un aire fresco y ligero reemplazó la atmósfera enrarecida y presurizada. Seguí a Hunt al exterior. Bajamos por una rampa, atravesamos la pared de protección y salimos a la pista. Era de noche, y yo ignoraba la hora local, si el límite de iluminación acababa de…
Ediciones B, 2004. 622 páginas. Tit. Or. Hyperion. Trad. Carlos Gardini. No haber leído este clásico de la ciencia ficción era una espinita clavada, pero no encontraba edición en papel. Son las historias de seis peregrinos al mundo donde se refugia el Alcaudón, misteriosa entidad que escapa a cualquier comprensión. Seis relatos ambientados en el mismo universo, escritos con buen pulso, aunque la resolución queda para el siguiente libro. Supongo que caerá en breve. La historia y el mundo que plantea es interesante, pero confieso que no me ha enamorado tanto como a sus defensores. Un tres sobre cinco. El deslizador trazó un círculo y descendió. El cónsul reflexionaba mirando el vacío cuando las portezuelas se plegaron; Sol Weintraub exclamó «¡Dios santo!». El grupo se apeó y contempló las ruinas calcinadas de lo que había sido el Templo del Alcaudón. Desde que veinticinco años locales atrás habían cerrado las peligrosas Tumbas de Tiempo, el Templo del Alcaudón se había convertido en la atracción turística más popular de Hyperion. Con una extensión de tres manzanas y una altura de más de ciento cincuenta metros hasta la aguzada torre, el templo central de la Iglesia del Alcaudón era en parte una majestuosa…