Salvat, 1969. 202 páginas. Este sí. Un libro que recoge una gran variedad de romances con buen ojo. Algo tendrá que ver que Dámaso Alonso sea un excelente poeta. No hay aparato crítico, pero no hace falta. Al leer estos romances casi se escucha la música. Una delicia que quiero compartir en parte con ustedes, por lo que les pongo una buena cantidad. Estos libritos se encuentran en casi todos los saldos, por muy poco precio. Creo que no puede haber mejor compra. Calificación: Imprescindible. Un día, un libro (257/365) No quiero ser monja, no, que niña namoradica só. Dejadme con mi placer, con mi placer y alegría, dejadme con mi porfía, que niña malpenadica só. Quien amores tiene, ¿cómo duerme? Duerme cada cual como puede. Quien amores tiene de la casada, ¿cómo duerme la noche ni el alba? Duerme cada cual como puede. Quien amores tiene, ¿cómo duerme? Duerme cada cual como puede. ¡Ay, Dios, quién hincase un dardo en aquel venadico pardo! El amor de la doncella que fuera discreta y bella, para el que gozare de ella será gustoso, aunque tardo. ¡Ay, Dios, quién hincase un dardo en aquel venadico pardo! El amor de la casada me…
Que no sea un gran lector de poesía no quiere decir que no aprecie la obra de Dámaso Alonso. Les traigo la entrevista que le hicieron el el programa A Fondo. Habla de su relación con Vicente Aleixandre, de su juventud e infancia, se declara discípulo -no de cátedra pero si espiritualmente- de Menéndez Pidal, recita alguna de sus poesías, habla de Juan Ramón Jiménez… Aunque no conozcamos al autor, todo lo que dice ilustra e ilumina.