Cuadernos de la selva profunda, 1999. 64 páginas. Adios Si leo poca poesía, al menos que sea de paisanos. Manuel de las rivas (no confundir con Manuel Rivas) nacio en Logroño en 1936 y es bien conocido en mi tierra, aunque quizá no tanto fuera. Creo que hasta un gañán como yo puede desentrañar el significado de este poemario. Tras vivir 20 años con su amada la historia se acaba. De ahí las 20 canciones de amor y el epitalamio final, a modo de despedida. Algunos versos que me han llamado la atención: Negaré lo que he visto si lo he visto porque el amor de Grecia ya era ciego pero no necesito amar en griego para que sepas que en amor existo Otros: no soy un perdedor aunque te fueras a las vidas mejores que te ofrece ese mundo de flores que yo no supe darte aunque me pisotees la nostalgia alguna tarde de nervios tensos y angustia occidental sin compromisos aunque lamentes las perturbaciones equinocciales de mis muchas y oscuras impotencias no soy un perdedor he arrancado a la tierra espúrea veinte agostos contigo prietos y redondos y no los cambio por la eternidad amor larga es la…