Leí el lunes en Lady Filstrup la noticia de la muerte de Alfons Figueras. No ha sido tan famoso como Ibáñez, Raf o Escobar, pero sus historias tenían un componente especial. Tramas surrealistas y dibujos originales lo apartaban de lo habitual en los tebeos de la época. Cuando uno se forma leyendo historietas es una suerte leer guiones de calidad, que te descubran que hay algo más que el típico esquema de chiste. Vázquez era un maestro y Alfons Figueras todavía más. ¿Me gustarían las mismas lecturas de no haberlo leído? Absence le dedica una entrada con algunas historietas: Uno de los grandes y en El País publican una necrológica:Alfons Figueras, dibujante del humor absurdo. Que la tierra le sea leve.
Hacía tiempo que no hablaba de tebeos por estas páginas y el siguiente titular me da la excusa para hacerlo: ‘Watchmen’, el salto mortal de un cómic de culto a Hollywood La adaptación de Watchmen al cine llena por igual de miedo e ilusión a los seguidores del original Alan Moore. Teniendo en cuenta que la revista Time colocó Watchmen entre las 100 mejores novelas inglesas desde 1923 (the complete list) la expectación está asegurada. Cuando la leí, hace ya tiempo, no me pareció para tanto. Era algo inaudito en los tebeos de superhéroes, pero nada extraordinario dentro de la tradición europea, más de autor y con historias de más fundamento. Después he tenido ocasión de leerlo unas cuatro veces más -la última en la reciente edición en un sólo voumen que caba de sacar DeAgostini- y aunque me parece un tebeo que hay que leer creo que Moore tiene otras obras de mayor calidad. Pero la influencia que tuvo es innegable. El autor consiguió crear un relato con cara y ojos sin salirse del mundo de los superhéroes; todo un logro que hay que reconocerle. La estructura de novela negra en la que el peculiar detective Roscharch intenta averiguar…
No reseño comics en el Cuchitril, así que esto es una excepción. El trabajo de Sylvain Chomet y Nicolas de Crécy es impresionante y apenas hay críticas en la red. Una breve en Dreamers y otra en El correo digital. Muy pocas para un tebeo muy bueno, que no se deben perder. Una extraña saga familiar con un abuelo libertario, un padre empresario, y un hijo borderline. Crudo y sin concesiones.
La infancia de cualquier chaval de mi generación -y de las anteriores y posteriores- estaba inundada de tebeos de la factoría Bruguera (no olviden visitar el excelente blog Lady Filstrup). No es que me queje, pero por ahí se estaban haciendo otras cosas que no traspasaban las fronteras. No sé en dónde ni cuando leí algo de Gotlib; sí recuerdo que me gustó mucho y que era algo diferente a lo que había leído hasta entonces. La maestría de Gotlib está en la expresividad de sus personajes. Muy pocas veces he visto dibujar unos gestos tan graciosos con tan pocos trazos. De ahí que tenga muchas páginas de adivinar cosas a través de unos personajes en acción (tienen un ejemplo al final de esta entrada). Mucho antes de que el manga pusiera de moda la exageración gestual Gotlib utilizaba recursos parecidos con gran maestría. Cuando ponía su arte al servicio de un buen guión los resultados eran impresionantes (a continuación verán ejemplos) pero no ha sido un autor muy publicado en este país -o yo no he sabido encontrarlo. No he leído nada de su personaje más famoso, Gai-Luron. Apenas he encontrado algunas historias de un par de páginas, no…
En la última edición de los premios 20 blogs estuve curioseando entre los primeros puestos de la sección de cultura. Me llamo la atención el blog A best truth, dedicado a la ilustración y la música, y desde entonces lo voy siguiendo. Hace poco publicaba la hermosa ilustración que les reproduzco aquí y que forma parte de la sección de comics de su página web. No se pierdan también esta reinterpretación del mito de San Jordi y el dragón. Otro día les hablaré de su labor editorial.