Círculo de Bellas Artes, 2006. 126 páginas. Selección de la colección de Art Brut de Lausana acompañada de varios artículos muy interesantes que nos cuentan la historia de como Dubuffet empezó a interesarse por este tipo de arte y cómo fue construyendo su colección. Las obras que se incluyen no son muy abundantes pero teniendo los nombres no es difícil buscar en internet más obras. Muy recomendable. Aunque Dubuffet emprende varios viajes de prospección por Francia, Suiza y Bélgica a principios de los años sesenta, poco a poco delega esta tarea en algunos de sus colaboradores. Sus emisarios se mantienen alerta, buscan producciones que el azar ha preservado en desvanes y sótanos. Los descubrimientos son a menudo creaciones salvadas in extremis de la desaparición. Por muy fina que sea la intuición del investigador, subestima los descubrimientos potenciales. Los hallazgos de orí brut sobrepasan todas sus expectativas. Día tras día, aparece una cantidad desconcertante de obras y todas revelan mitologías propias, sistemas y valores específicos. No hay ninguna relación entre el modo en que Madge Gilí traza con tinta laberínticas arquitecturas de rostros femeninos y los grandes tiovivos nocturnos de madera de Emile Ratier. No hay el menor parentesco entre los…