RBA, 2001. 272 páginas. Tit. or. The feast of love. Trad. Jaime Zulaika. El insomnio empuja a un escritor a dar un paseo. Entabla conversación con Bradley, que está paseando a su perro. A partir de lo que este le cuenta sobre el amor irá encadenando entrevistas con gente con la que se ha relacionado, donde veremos reflejada la experiencia del amor. Realmente no se inspira en el Sueño de una noche de verano, ni siquiera en La ronda, que también aparece en el texto. Es una novela sobre diferentes parejas que se quieren o se desenamoran como tantas veces pasa. La primera mitad del libro es magnífica, tanto en la estructura -como van entrando los personajes en la trama-, en la prosa -con frases memorables- y en la historia, triste, que va aconteciendo. Ese cuadro del festín del amor donde no hay nadie, porque es inalcanzable. Pero en la segunda mitad historia y estructura se vuelven repetitivas y la prosa también flojea de calidad. Es una pena, pero acaba bastante peor de lo que empieza. Hablamos de la clonación, del teñido del pelo y de sites personales en Internet. Seguimos tocando notas, como si fuéramos músicos. No sé decirlo…