Torremozas, 2012. 142 páginas. La historia de Carmen de Burgos, alias Colombine, es fascinante. La primera periodista mujer en España, defensora del divorcio y del voto femenino, corresponsal de guerra y tan admirada por Gómez de la Serna que pese a tener veinte años menos que la autora se convirtió en su amante. En este volumen se recogen tres cuentos largos: La mujer fría, una misteriosa y bella mujer que aparece en la alta sociedad madrileña con un pasado desconocido y una frialdad en la piel. EL veneno del arte, retrato de las reuniones de artistas, a través de los ojos de un vástago de una gran familia que se entrega a las musas y sus aventuras amorosas. El perseguidor, una mujer viuda que se dedica a viajar pero ve sus pasos seguidos siempre por alguien, apenas una sombra, que llena su alma de zozobra. Literariamente no están mal, pero en mi humilde opinión no están a la altura de sus contemporáneos, tienen un regusto arcaico que ya no se veía en, por ejemplo, Galdós o Pardo Bazán. En el último me gustó mucho esa presencia ominosa constante en los viajes de la protagonista, pero el desenlace me puso los…